lunes, 4 de abril de 2011

UN DEBATE PRESIDENCIAL CON DIFERENTES LECTURAS: KEIKO Y OLLANTA CONVENCIERON

Un debate aburrido, robótico, confuso. Los candidatos mintieron, se atacaron, prometieron, leyeron y confundieron. Mi primera impresión: Keiko Fujimori tuvo buenos momentos, bastante populistas y buenos para su imagen, sobre todo al final. Se beneficiará. Ollanta expusó sus ideas bien, aunque leyó demasiado y no aclaró lo que debió aclarar.

OLLANTA LUEGO DEL DEBATE EN ENTREVISTA EN EL HOTEL SHERATON

Esperaba más de Ollanta Humala, me hubiera gustado verlo mirando a la cámara, no leyendo tanto. Esta noche estuvo muy diferente al Ollanta que veo en las calles peruanas, hablando con el pueblo, dialogando con la gente, siendo honesto. Pareciera que los debates en televisión no son su fuerte, o ¿qué le ponen en el agua en estos debates? Humala no hizo lo que podía, aunque sus ideas fueron las mejores esta noche.

Lo bueno de Ollanta, sus ideas. Respondió bien con propuestas que nos interesan a los peruanos, habló acerca de temas reales, no especulaciones como lo hicieron sus rivales. Como era esperado, fue el centro de los ataques sobre todo de Alejandro Toledo, quien comenzó su intervención con un mensaje de miedo, casi funerario, atacando a Humala.

Keiko Fujimori habló mucho de su padre el dictador Alberto Fujimori, apropiándose de cosas que ella no hizo, pero orgullosamente habló de su papel como “primera dama” de una dictadura. El mensaje final me gustó, sobre todo cuando dijo en idioma quechua algo que aun no sé, a lo mejor se disculpó. El gobierno de su padre esterilizó sin consentimiento a 330,000 mujeres y hombres indígenas, en mayoría quechua.

Ollanta Humala reconoció el crecimiento económico en Perú, pero agregó que hay la urgencia de promover una mayor inclusión social. Su mensaje inicial fue de optimismo y de reconocimiento de la labor de los peruanos– incluyéndonos a los peruanos en el exterior, el único que lo hizo. Me sorprendió cuando mencionó al Banco Mundial (banco estadounidense) como organismo de referencia.

Alejandro Toledo se dedicó a atacar a Humala, mencionó a Venezuela 4 veces, a Bolivia 2 veces y Nicaragua una vez, como ejemplos de “salto al vacío”. También mencionó al caso de Madre Mía (caso cerrado) y la sublevación de Andahuaylas (que no tuvo participación). Humala debió haber respondido enérgicamente, perdió una oportunidad. Pienso que Humala es una persona bien sensible, acaso el ataque de su hermano Ulises le haya afectado.

Luis Castañeda aburrió hasta los 15 últimos minutos, cuando dijo cosas interesantes, aunque atacando a Toledo, Keiko y Humala. También uso a Venezuela y Cuba/ como mensaje negativo. Habló de pobreza y de inclusión, pero no dijo que él piensa continuar las políticas neoliberales de García.

Estos candidatos neoliberales que usaron a Venezuela, mintieron. De acuerdo a la ONU y la CEPAL, Venezuela es el país con mayor reducción de la pobreza, en la región.

Pedro Kuczynski ofreció discursos simples, directos y es que él sabe que sus bases son en mayoría jóvenes. Habló de pobreza y creación de empleo, pero casi todo su discurso fue acerca de dinero, inversiones privadas y más inversiones. Mencionó el agua, muy acertadamente. Sabe que el agua será el petróleo de hoy, se pronostica que en el futuro cercano habrán guerras y conflictos para apoderarse de ese recurso, sobre todo por su otro país Estados Unidos y otras naciones del “Club Bilderberg” del cual ha participado.

Toledo y PPK se atacaron brevemente, yo no les creo, ambos son socios de lo mismo, se odian en público, se quieren en privado. Míster Felipillo llamó míster Kuczynski a PPK, shameless. Ambos usaron el tema del “Andahuaylazo”. Ambos atacaron a Keiko hablándole de “su papa, su papi…” en tono de ridiculización. Ambos hablaron de criminalidad con un descaro escalofriante. Parece que los asesores estadounidenses y colombianos de ambos, se pusieron de acuerdo.

Lo peor de la noche fue cuando Toledo habló de narcotráfico acusando a Ollanta de conexiones con los productores de hoja de coca. Como un indígena, Toledo debería saber bien la diferencia entre la producción de coca y de cocaína. Como presidente Toledo permitió el acceso de militares de EEUU a bases peruanas (sobretodo en los valles del VRAE) a cambio del TLC con EEUU, ago que García continuó. Pero es un un buen político -poco honesto- y nunca lo dirá. Hoy Perú es primer productor de cocaína en el mundo.

EEUU necesita del comercio de drogas para financiar guerras y conflictos, ustedes saquen la cuenta.

A pesar que al leer mucho, posiblemente distrajo al publico que posiblemente no escuchaba todo lo que dijo, Ollanta fue el único que habló de propuestas concretas para los peruanos, no difamaciones ni insultos. El resto hablaron de protecciones para “inversionistas” extranjeros que saquean el país y no pagan los debidos impuestos. Sus respuestas debieron ser directas.

MENSAJES FINALES

Los finales de los debates siempre son decisivos. Hablaron por orden de sorteo:

PPK se despidió hablando de sus padres (elígeme porque vengo de “buena” familia pues), habló del futuro del país y otra vez de los jóvenes y de un Perú de esperanza. Suena bien a sus 71 años, anquen su discurso lento y cansado muestran que su ancianidad es un factor a considerar, sin ofender.

Castañeda pidió una reflexión, que los peruanos juzguen a los otros candidatos por lo que hicieron en sus cargos “ya tuvieron su oportunidad” dijo. Hizo alusión de PPK y Toledo al hablar de la nacionalidad peruana “somos peruanos nacimiento, hoy, mañana y siempre” dijo muy peruanista. Finalmente habló de políticas fracasadas en otros países, de progreso y atraso, en referencia a Humala.

Toledo dijo que este momento de elegir, no piensen en los candidatos sino en su futuro, “retroceso o crecimiento”, y prometió luchar por mejorar la educación, salud y terminar la violencia. Se opuso al cambio de la Constitución neoliberal de Fujimori, atacó a Humala obviamente: “ ¿Te la vas a jugar ahora?” preguntó a los televidentes, luego habló de mototaxis, de experiencia, y de su Dios.

Ollanta leyó otra vez, hablo del progreso de nuestros hijos, de gobernar respetando pluralismo, libertad prensa, sin reelección, de soberanía energética (Camisea), no respondió a los ataques, dijo “bajaremos el precio del gas”, habló de repartición justa de la riqueza, y ataco a sus adversarios en forma general “tuvieron oportunidad”. Terminó con un mensaje de optimismo: “llego la hora de construir un Perú justo” y arengó al país y “a las mujeres, hombres que engrandecen nuestra patria”. Sonó bien, pero su rostro serio no transmitía lo que decía, leía.

Keiko atacó a Toledo “usted ya gobernó”, a Castañeda (no tiene capacidad a nivel nacional) dijo que coincidía con Ollanta (!) “digamos la verdad” al mencionar que mayoría de peruanos sienten que el crecimiento económico es mentira. Dijo que es la hija de Alberto y Susana, “a mucha honra”, pidió el apoyo de Dios, prometió luchar por todos los peruanos, prometió seguridad nacional y cerró con un “soy joven como el 70% de peruanos” trabajaremos juntos, y una frase en quechua. Salió bien, miró a la cámara, sonó honesta, aunque no lo sea.

Ahora, Ollanta sabe que lidera bien en la primera vuelta -yo sigo creyendo que las encuestas de Lima no publican su verdadera popularidad- y tiene votos seguros, una base de apoyo fijo. Este debate no lo afectará muy negativamente ni positivamente.

El reto está en esta semana, que siga dialogando con los peruanos, de cara a cara, con la honestidad que lo viene haciendo. Humala no es un amigo de las cámaras, es obvio — pero debe recordar que los debates son diálogos, no lecturas. Personalmente, tenía esperanzas que este debate Humala iba a convencer a aquellos que quieren apoyarlo, pero que no están seguros aún. Tiene 7 días para hacer esa labor, el Perú lo necesita.

Carlos Quiroz

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