INTENTARON AGREDIR AL DIRECTOR DE LA DIRESA, LO QUE CONSTITUYE UNA VERGÜENZA......¿ACASO SON PIRAÑITAS?
QUE SE IMPONGA EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD NO AL TOTALITARISMO NI A LA ANARQUÍA DE ALGUNOS PRIVILEGIADOS DEL FAMOSO "CUERPO MEDICO"
CARLOS DULANTO SE AFERRA AL CARGO Y PIDE QUE ASUMA DIRECCIÓN CUALQUIERA DEL CUERPO MEDICO DEL HOSPITAL
QUE VERGÜENZA PARA CHANCAY……¿ACASO QUIEN LO REMPLAZA NO ES UNA MEDICO COMO ELLOS?............
ESTOS CREEN QUE EL HOSPITAL ES SU CHACRA
QUE INTERVENGA EL MINISTERIO PÚBLICO Y LOS META PRESOS DE UNA BUENA VEZ POR CREAR ANARQUÍA Y CAOS EN ESTE HOSPITAL
Era algo que la población en general venía reclamando y es que cuando el Dr. Carlos Dulanto fue designado como Director del Hospital de Chancay, se levantaron muchísimas voces de protestas.
Autoridades, trabajadores y población del distrito del Chancay, decidieron desde ese momento solicitar la salida de este energúmeno y mediocre medico.
Por eso cuando por fin el Presidente regional Javier Alvarado decidió remover del cargo al mencionado galeno, se empezó a respirar nuevos aires en ese nosocomio.
Pero le que no contaba Alvarado y menos el Director de la Diresa, el Dr. Montoya, que el Dr. Dulanto, viejo ducho en estos menesteres, ya había armado su sequito de adulones en el mal llamado cuerpo médico.
Y salieron estos a generar un ambiente rancio y de malas voluntades y hasta el médico Dulanto, que hace algunas semanas atrás agradecía y alababa a Javier Alvarado cambio de opinión ante su anunciada destitución y mediante diatribas e insultos, decidió poner resistencia a la decisión ejecutiva del actual presidente regional.
La profesional que asumió el cargo para dirigir la gestión del nosocomio chancayano la Dra. Isabel Amparo Luque Aguilar, colega de profesión de este mal medico, muy asombrado no podía creer que era avasallado sus derechos como profesional de la salud y como dama y mujer.
No entendía como Dulanto que es un incapaz y prepotente , empezó a promover de manera abierta una movilización de algunos integrantes del cuerpo médico, a fin de evitar su destitución. Este sujeto se creía y se cree el dueño del cargo.
Con el pretexto que solo el cuerpo médico puede proponer al nuevo director, usurpaban un derecho que le corresponde por ley al Director de la Diresa y al Presidente regional.
¿Acaso Dulanto y compañía creen que el nosocomio chancayano es de su propiedad o su chacra?, con estos hechos dejan mucho que desear estos mal llamados médicos, pues no cumplen su labor y más bien se dedican a reclamar, creyéndose los únicos con derecho a usufructuar los recursos del hospital, lo que ya constituye una afrenta y una vergüenza al pueblo chancayano.
Lo advertimos desde un principio, cuando el director de la Diresa puso como mandamás a Dulanto, que este sujeto iba a destruir la imagen ya alicaída de los médicos de este hospital y el tiempo nos da la razón.
Pero es mas lamentable la posición del decano del colegio médico, que desconociendo toda normatividad vigente ha manifestado que el cuerpo médico pone y saca directores como si los hospitales fueran una isla sin control ni mando en la región Lima. Algo que es una aberración jurídica que demuestra falta de ética y moral de quienes ocasionan la rebeldía medica que indigna al pueblo chancayano.
Estos médicos han dejado sin servicio a los pacientes y desde el día de hoy son los responsables si alguno de ellos sufre alguna complicación que podría ocasionarle la muerte, por lo que es importante que el Ministerio Publico haga la investigación necesario y denuncie a los malos médicos que caprichosamente quieren convertir en su chacra este hospital
Asimismo, pedimos que el actual Presidente regional no ceda a los caprichitos y menos a los engreimientos del famoso cuerpo médico, porque se debe de imponer el principio de autoridad y si estaban acostumbrados a sus berrinches en tiempos pasados, debemos recordarles que esa época negra ya terminó.
Los tiempos del reinado del hijito de la ex consejera Tang ya terminaron y jamás volverán.
Si Alvarado cede, nosotros seremos implacables y lo denunciaremos por ser una autoridad débil y sin mando, y por último que sea el ministerio publico el que determine y sancione a los responsables del caos y la anarquía medica promovida por el médico Dulanto, quien debería de ser expectorado de este otrora prestigioso hospital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario